Una mirada de Planta Carena.
Yo nací en La Planta Carena y cada experiencia quedó garabada en mi memoria, desde que tengo recuerdos.
Disfruté esa vida, esa estadía y sentí orgullo de estar allí. Recuerdo con alegría y felicidad el bosque cercano, los pocitos; el olor de los arboles, ruidos de pájaros y otros animales.
En mi casa, ferente al gran potrero, tube una situación con un volantín. Nunca fui bueno para encumbrar, pero una vez llegó a mis manos un volantín perfecto: Equilibrado, colorido y grande para mí, que era pequeño. Lo eleve y logré darle toda la carretilla de hilo.
Qué felicidad y el viento no paró en todo el día, hasta la noche. Mi mamá me gritaba que entrara y dejé amarrado el volantín a un alambre pua, hasta que el sereno lo destruyó.
HECABE
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